(En Español debajo)

Take action: Call for the water of the Bruno Stream to be returned to its natural course!

The Cerrejon Coal mine is the biggest opencast coal mine in Latin America and is owned by three huge multinational mining companies trading on the London Stock Exchange: Anglo American, BHP and Glencore.

The decision of the Colombian Constitutional Court SU-698 of 2017, protects: ‘The right to health, water and food security of indigenous communities in the face of the threat of violation by the project to divert the channel of the Bruno Stream that the Cerrejon company is pursuing ‘, but this was ignored by Cerrejon and the State Institutions when they authorised the diversion and destruction of the natural course of the Bruno Stream with the objective of expanding and continuing coal extraction. 

According to technical experts in hydrology, the diversion of the Bruno Stream is causing perpetual and irreparable damage with the destruction of the aquifer and the loss of underground water storage capacity, generated by the siphoning effect on the groundwater generated by the large hole in the mine next to this channel. This is highly worrying in an area of water scarcity and highly vulnerable to climate change.

Communities in La Guajira are demanding that the Bruno Stream be returned to its natural course, as as they have a spiritual connection to this tributary of the Rancheria River, the main river in this semi-desert area, home to dry tropical forest, an ecosystem in critical danger of extinction. In addition, in the climate emergency we are going through, coal extraction is unjustified and places at risk the life of the planet. The only possible action is a transition towards a just closure of the mine. 

Please support the Wayuu people by calling on Colombian institutions and the Chief Executives of the mining companies to respect Wayuu people’s rights and return the water of the Bruno Stream to its natural cause following the Constitutional Court Decision SU-698 of 2017. 

Action on Arroyo Bruno

More information

Read the complete Constitutional Court Decision SU-698 of 2017 (In Spanish). https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2017/SU698-17.htm

The mining industry is one of the most destructive activities in the world, often affecting Indigenous Peoples, African traditional and customary communities and small-scale farmers. Mining drives land seizures, disrupts lives, pollutes water and air, affecting the health of people who live around mines, destroys livelihoods, divides communities, undermines cultures and devastates ecosystems. In addition, the direct environmental impact of mining can be catastrophic, for example, the tailings dam failures at Samarco and Brumadinho in Brazil. In addition, it is common for multinational companies to walk away by selling their mines and leaving responsibility for repair and restoration to others. This is illustrated by a report from February 2020 by London Mining Network.

The Cerrejon Coal Company has a permit to operate until 2034 and currently Anglo American has expressed its intention to sell its shares in the Cerrejon mine no later than May 2023 in line with its intention to focus on greener energy. However, it still has the chance to close the Cerrejon mine properly, which restores the environmental damage, with the participation of communities and workers in developing a just mine closure plan.

Anglo American portrays itself as a modern, responsible and sustainable company and one that holds the key to combating the climate crisis. It is an attractive narrative and one that definitely appeals to investors. However, it is one that only makes sense if you ignore the voices of mining-affected communities. 

Liberen el Arroyo Bruno, el pueblo Wayuu pueden vivir sin carbón, ¡pero no sin agua!

Actúa: ¡Exige que devuelvan el agua al cauce natural del Arroyo Bruno!

La empresa carbones del Cerrejón opera la mina de carbón a cielo abierto más grande de América Latina, ubicada en la Guajira, Colombia. Tres de las más grandes multinacionales mineras del mundo son sus dueñas: Anglo American, BHP y Glencore. 

La sentencia de la Corte Constitucional SU-698 de 2017, protege: ‘El derecho a la salud, al agua y a la seguridad alimentaria de comunidades indígenas ante amenaza de vulneración por proyecto de desvío del cauce del arroyo bruno que adelanta el Cerrejón’. Esta sentencia, ha sido ignorada por la empresa Carbones del Cerrejón y las instituciones del Estado al haber autorizado la desviación y destrucción del cauce natural del arroyo Bruno con el fin de expandir y continuar con la explotación de carbón. 

Según expertos técnicos en hidrología la desviación está causando daños a perpetuidad y de carácter irreparable al destruir los acuíferos y la pérdida de capacidad de almacenamiento de agua subterránea genera por el efecto sifón sobre las aguas subterráneas que genera el gran hueco de la mina próximo a este cauce, esto es altamente preocupante en una zona de escasez hídrica y altamente vulnerable al cambio climático. 

Las comunidades de La Guajira exigen la devolución de las aguas del arroyo a su cauce natural, ya que poseen una relación espiritual con este tributario del Río Ranchería, el principal río de esta región semidesértica, lugar del bosque seco tropical, un ecosistema en peligro crítico de extinción. Adicionalmente, en la emergencia climática que vive el mundo la extracción de carbón es injustificada y pone en riesgo la vida del planeta. La única posible acción es una transición hacia un cierre justo de mina. 

Apoya al pueblo Wayuu exigiendo a las instituciones colombianas y a las tres empresas dueñas del Cerrejón que respeten los derechos de los Wayuu y devuelvan el agua al cauce natural del Arroyo Bruno, por el principio de precaución, acatando la Sentencia SU-698 de 2017 de la Corte Constitucional Colombiana. 

Más información

Lea aquí la sentencia completa de la corte constitucional: 

https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2017/SU698-17.htm

Mas información sobre las empresas dueñas de Cerrejón: https://londonminingnetwork.org/?s=Cerrejon 

Mas información sobre el La Guajira: https://www.facebook.com/laguajirahabla/

La industria minera es una de las actividades más destructivas del mundo, frecuentemente afecta a pueblos indígenas, comunidades africanas tradicionales y campesinos. La minería genera el acaparamiento de tierra, disrumpe vidas, contamina agua y aire, afectando la salud de quienes viven cerca de las minas, destruye los modos de vida, divide comunidades, subvalora culturas y destruye ecosistemas. Adicionalmente, los impactos ambientales de la minería son catastróficos, por ejemplo, las fallas en las presas de relave en Samarco y Brumadinho en Brasil. También, es común que las multinacionales mineras se marchen de las zonas vendiendo las minas y dejando la responsabilidad de reparar y restaurar a otros. Esto lo demuestra el reporte de London Mining Network de febrero de 2020. 

Carbones del Cerrejón tiene permiso de operación hasta 2034 y recientemente Anglo American ha expresado su intención de vender sus acciones de Cerrejón, a más tardar en mayo de 2023, para enfocarse en energías más verdes. Sin embargo, Anglo American tiene la opción de hacer la transición hacia un cierre de mina justo, participativo para las comunidades y los trabajadores y que restaure el daño ambiental causado.  

Anglo American se presenta como una compañía moderna, responsable y sostenible, y como una compañía que tiene la llave para combatir la crisis climática. Esta es una narrativa atractiva, y que definitivamente les gusta a los inversores, sin embargo, sólo tiene sentido si se ignoran las voces de las comunidades afectadas por la mina.